Guernica. Pegaso, de equino a constelación.

De cómo Picasso transforma el pequeño caballo alado en constelación.

     Picasso llevó al lienzo el boceto fechado el 9 de Mayo de 1937 con algunas modificaciones.

     Conocemos la evolución de dicho lienzo y las sucesivas correcciones porque, por deseo del propio artista, Dora Maar le fue haciendo fotos a medida que avanzaba, la primera de las cuales lleva fecha del  14 de Mayo de 1937.

    Las siguientes no están fechadas.
    En la segunda  vemos que Picasso comienza a cubrir de negro amplios espacios del lienzo

y decide que desaparezca el brazo del miliciano manteniendo el puño al que, para evitar referencias a logotipos conocidos,

prueba a colocarle un haz de mies. Tras el puño sitúa un sol radiante.

     Al desaparecer el brazo del miliciano distinguimos con mayor nitidez el corte en el costado de la yegua. Añade una lanza que lo atraviesa.


                                    



En el boceto 6 del 1º Mayo 37, "estudio de conjunto", era Pegaso quien salía por dicho corte: una yegua preñada, un corte limpio, quirúrgico y Pegaso.

     Pegaso es, para Picasso, el Patrimonio artístico, tal como se interpreta en la viñeta 10 de los aguafuerte "Sueño y mentira de Franco".

     En la mitología griega, Pegaso fue un caballo alado que volaba trotando; estaba al cuidado de las Musas y era mortal. Zeus lo premió por sus servicios, convirtiéndolo en inmortal, la Constelación  Pegaso.
    Picasso,  que ha ido  ensayando distintas formas de mostrar la salvación del Patrimonio artístico contenido en la pinacoteca:

primero como  yegua preñada con una ventana en el vientre; o como yegua a la que se le ha practicado  un corte abdominal para que salga su contenido; o

como  mujer que escarba en su tripa,  ahora, de forma inmejorable, nos dice que el Arte ha sido puesto a salvo definitivamente, que no será destruido, que es inmortal, es la constelación Pegaso.
"Toda mi vida como artista no ha sido más que una lucha continua contra la muerte del arte". P. Picasso.

     En esta 2ª foto del mural hay otro cambio, el referido a la figura que se encontraba a los pies de Dora Maar. Ahora no es un cadáver amortajado, sino un personaje calvo, con entorchados, tacones porque es enano, que saluda con la mano abierta y sujeta una bola del mundo, el globo imperial;

                                

      (girado 90º)

es decir, Franco, el rey Ubú de Dora Maar que fue Octavio Augusto  y ahora  es un militar a imagen y semejanza de San Fernando, rey de Castilla y León, conquistador de Sevilla y defensor del cristianismo.


     Ha hecho correcciones en los pies de la figura que salta entre llamas y ahora Dora Maar está arrodillada,

en actitud suplicante.









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